Hay algunas cosas que las mujeres deberiamos aprender de los hombres. Una de ellas es mantener el amor propio y la autoestima al mismo nivel que lo hacen ellos, o sea, en lo más alto siempre. Bueno, casi siempre, no vamos a generalizar.

Creo que es innegable que ellos se culpabilizan menos que nosotras ante cualquier situación, que piensan más en sí mismos y se anteponen a los demás. No quiero levantar polémicas feministas ni nada por el estilo, sólo constato hechos.

Hace unos días estaba en la peluquería esperando mi turno, hojeando el Cuore de la semana con sus Arghh y sus famosas enseñando las bragas, cuando no pude menos que escuchar la conversación entre la peluquera y la clienta a quien estaba peinando. Y esa conversación me hizo pensar en todo esto que os he expuesto y me hizo reafirmarme en la misma idea que ya tenía: que las mujeres nunca aprenderemos a querernos un poquito más de lo que nos queremos.

La clienta de la peluquería era una chica de unos 30 y tantos y su monólogo - porque la peluquera realmente sólo asentía - fue más o menos este:

"... pues ya ves, así que ahora estoy recuperándome de todos estos años perdidos con él. Porque es que me anuló totalmente, perdí a mis amigos, con los años me fue separando de todos ellos porque le parecían todos idiotas y estaba celoso de todo el mundo. Me fue anulando como persona, y yo poco a poco le fui dando la razón sin darme cuenta, chica. Y de pronto, me quedé embarazada sin buscarlo. Y tuvimos al niño, y a medida que fue creciendo el nene me iba dando cuenta de que yo no era feliz con esa relación. Porque estaba siempre triste y amargada y el niño no se merece eso. Me di cuenta que si yo no soy feliz, mi hijo no puede ser feliz. Así que tomé la decisión de separarme, lo hice por mi hijo, para que sea un niño feliz."

Yo es que alucino, o sea, que por el niño sí lo hizo pero por ella misma no fue capaz de tomar esa decisión.

Esa historia es tan común, ¿verdad? Todos conocemos casos de mujeres que han vivido algo parecido, que han estado metidas hasta el cuello en relaciones destructivas. Destructivas, sí, aunque no haya maltrato físico y porque el maltrato psicológico es un concepto discutido y complejo de definir. Relaciones destructivas porque en ellas se destruye la independencia de la mujer y se va minando su autoestima poco a poco hasta perderla por completo. Algunas se dan cuenta, aunque sea tarde, de lo que han vivido y se espabilan. Otras dejan pasar el tiempo y los años se les echan encima sin haber tomado cartas en el asunto.

Ojalá las mujeres de 20 y tantos que ahora empiezan una relación de este tipo reaccionaran a tiempo. Estaríamos frente a una nueva generación que no pierde por lo menos 10 años de su vida con la persona equivocada y sintiéndose infeliz sin ni siquiera poderlo reconocer, ya que están haciendo ni más ni menos que lo "adecuado", lo que se espera de ellas en sociedad.


Ojalá esto sirva para que por lo menos una mujer reaccione y se enfrente a su presente y a su futuro por sí misma, haciendo lo que es mejor para ella.

Ojalá aprendamos las mujeres algún día a ser más egoístas y no pensar tanto en los demás (nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros padres...), por lo menos en lo que respecta a nuestro corazón!



martes, 14 de septiembre de 2010




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