Espaguetis con lechuga
Publicado por Calíope

En mi trabajo me han enseñado que es muy importante dejar bien claras las expectativas para que tus clientes no se sientan decepcionados. Mis expectativas, en general, son tirando a altas; pero según mi amiga A. esa actitud, en cuanto a hombres se refiere, muchas veces es un error, pues conduce a una decepción tras otra.

Yo no lo tenía claro, tener las expectativas bajas de entrada es pensar en negativo, negarle el de confianza a la gente, subestimarlos.

Pues bien, mi amiga A. me lo explicó usando como ejemplo algo que le pasó a una amiga suya. Su amiga, felizmente casada o en pareja le dijo un día:

Amiga: Tia, hoy mi marido/novio me ha dicho que me va a preparar la cena (obviamente partimos de la base que nunca lo hace).
A.: ¡Uy que bien! ¿Y qué va a cocinar?
Amiga: Pues me ha dicho que ensalada de pasta.
A.: Muy bien. Ya me contarás.

La amiga de A. emocionada, se puso a pensar como sería la cena: un buen vino, una ensalada de pasta fresca (fusilli, farfalle…) con tomatitos cherry, queso de cabra, frutos secos, una buena vinagreta y con un poco de suerte velas. Pues bien, al día siguiente mi amiga A. recibe una llamada:

Amiga: Hola.
A.: ¿Qué tal? ¿Cómo fue tu cena ayer?
Amiga: Bueno… bien…
A. : No pareces muy emocionada.
Amiga: ya..es que la ensalada de pasta fue espagetis con lechuga.

Cuando A. me lo contó me descojoné, no me lo podía creer.

Con el tiempo, lo he podido comprobar. Cuando he conocido a alguién, A. me ha visto emocionada y me ha dicho: “recuerda, pequeño saltamontes: espagetis con lechuga”. Pero es que yo no lo puedo evitar, me ilusiono con las cosas y entonces viene el momento en el que me llevo el gran hostión: tienes una cita, parece que ha ido bien y nunca más sabes de él, mandas un mensaje a algún pájaro que te ronda y no responde, quedas para ir a tomar algo con un tio que te mola, y te llama para dejarlo para otro día y ese día nunca llega…

Me resisto a pensar siempre en los espagetis con lechuga…pero la mayoría de las veces me pasa como a la amiga de A. y me los tengo que acabar comiendo para cenar, y encima poner buena cara.

jueves, 23 de septiembre de 2010




1 comentarios:

7 de febrero de 2011, 13:20
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dijo...

Ay cómo te entiendo... te leo y me veo a mi misma. Yo de todos modos, me resisto a los spaghettis con lechuga eh
Tb puede ser cuestión de forma de ser, pq por muchas ostias q nos llevemos seguimos ilusionándonos no?
Bueno, aunque hay rachas en las q se está más pasota y justo ahí te dicen "hija, es q no pones interés". En fin..
Saludos
Cansada de besar sapos
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