El misterioso chaTero...
Publicado por Anónimo

He de reconocer que he llegado un poco tarde al mundo del chat. Hace apenas unos meses que tengo una cuenta de Hotmail, y los emoticonos siguen siendo para mí todo un mundo por descubrir. Nunca me había preocupado, porque yo soy más del tête a tête.

Pero mira, me animé por aquéllo de probar cosas nuevas y no parecer un bicho raro por más tiempo. Y lo primero que he podido reconocer, en este breve periodo de tiempo, es que dentro de la categoría masculina, existe una subcategoría también digna de estudio: el chatero.

El chatero es aquél que se pasa la vida en el Messenger. Aquél que no puede evitar tener el chat de Facebook abierto todo el día. Aquél que si pudiera, tendría un chat que se activaría en el espejo de su lavabo cada vez que se mira. O incluso uno que se activara cada vez que abre la nevera.

No tengo nada que objetar al respecto. Cada uno es libre, y puede dedicar su tiempo a lo que más le guste. Yo misma he optado, como os decía, por integrarme en este gran mundo virtual de una manera rápida, casi inconsciente, movida por el deseo de mantener el contacto con aquel chico que conocí el sábado, o aquél que no conozco, pero ya sé que me gusta.

El problema llega cuando eres consciente…. de que realmente, el chatero existe. Mejor dicho, los chateros existen. Y en varias modalidades.

Hay un tipo de chatero que parece que ha estado todo el día esperando a que te conectes, porque nada más abrir el chat, ya está ahí: “Hola” (según la edad del chatero puede ser también WOLA!). Entonces, si él te gusta, tú te emocionas, y contestas enseguida “Hola”. Pero aaaaaaaaaaayyyyyy amiga, craso error. Él ya no tiene nada más que decirte. Sigue ahí, pero no se digna. Y tú ya te puedes ir retorciendo, pensando si debes iniciar un tema o no… Él, ni se inmuta. Y tú te sigues debatiendo entre las ganas de convertirte en chatera por un rato, y el orgullo de no quedar como pesada/desesperada/aburrida/coñazo…

Existe otro tipo de chatero, que es un castigador nato. Este ni siquiera dice Hola. Este se pasa horas, y horas, y horas en el chat sin dirigirte la palabra. Y tú estás ahí, esperando que se aburra. Esperando que deje de jugar al Camelot ese de Facebook. Esperando que la otra (no quieres ni imaginarte cuál de ellas será), se canse y se vaya a dormir. Al mismo tiempo, te gusta pensar: “está ahí esperando que yo le diga algo”… Sí, amiga, lo llevas claro. A este chatero yo le llamo red bull: no te aporta nada, pero te quita horas de sueño mientras esperas y esperas…

Y luego está el chatero más extendido, el que no te interesa nada de nada. Pues ése, es de lo más común. Ése sí que no te da tregua, ése sí que te está esperando, ése sí que no te deja irte a dormir… Y ése, me interesa tan poquito, que no quiero hablar de él.

lunes, 30 de agosto de 2010




1 comentarios:

2 de septiembre de 2010, 19:47
Permalink this comment

dijo...

Hasta el momento no había profundiza tanto sobre el tema, pero creo que en breve tendré más experiencia sobre este apasionante espécimen. Ya os contaré!!

Labels

Labels

Labels

Labels